miércoles, 1 de julio de 2015

"perpetua"... y no es la santa...

Hace ya cinco años, al visitar a un joven de mi casa en la cárcel de Bobov Dol, en Bulgaria, pude ver
Entrada cárcel Bobov Dol
-desde fuera- el pabellón de los condenados a cadena perpetua. Si en todas las cárceles que conozco hay un "silencio" dolorosos que se cuela hasta lo más profundo de uno, aquel silencio no sólo me dejó mudo sino que provocó un sudor frío que inmediatamente me hizo pensar, desde tan lejos, "menos mal que en mi país esto no ocurre".
Sin embargo el tiempo va que se las pela y la realidad sociopolitica cabalga descabellada. El retroceso en la seguridad de los derechos ciudadanos se ve continuamente mantenido y pronunciado. Aquello que, hace días, pudiera ser motivo de orgullo en el mantenimiento de los Derechos Humanos, hoy -llevamos escasas diez horas- es motivo de escándalo y preocupación para la ciudadanía de bien. Pienso que, a pesar de nuestras imperfecciones, somos una sociedad llena de motivos para la esperanza gobernados por un grupúsculo necio con mucho miedo.
Módulo de "cadena perpetua"
Aquel silencio profundo y frío, al contemplar el módulo de las personas condenadas a cadena perpetua en Bulgaria, puede ser un realidad cierta en nuestro sistema penal y penitenciario. El frío del recuerdo deja paso al dolor por medidas que no ayudarán, en nada, que la justicia se abra trecho en nuestra sociedad. Ahí tenemos las estadísticas de países con cadena perpetua y sus indices de criminalidad.
Y, lo más doloroso aún, es que es posible que estos cínicos gobernantes comiencen a realizar listados de revisión para ir incluyendo en ese espacio inhumano de la "perpetuidad" a quienes menos tienen y menos poder detentan para defenderse. Una vez más los ricos creando leyes contra los pobres.

1 comentario: