Plaza del Encuentro, Madrid |
Estos pasados días de fiesta, encuentros y abundantes comidas son un receso al "día a día" que suele salir caro. Por un lado la sensación de tranquilidad vacacional extendida, por otro ruptura con lo cotidiano y ordinario y, sumando a esto, un colapso culinario que provoca la necesidad de aumentar el tiempo de paseo "cardio-saludable" diario. Como si los milagros existiesen.
Puerta del Sol, Madrid |
Y si algo hemos descubierto entre la gente sencillas ha sido, precisamente, esa valentía, solidaridad y empuje que tanta falta nos hace.
Lo dicho, como canta Katia Cardenal, de Nicaragua, sólo teniendo la "casa abierta" será posible seguir considerándonos humanos. ¿nos ponemos a ello?
Sigamos trabajando para dejar un mundo un poco mejor al final de este año que comienza.
ResponderEliminarFeliz 2012.
Un abrazo