Algunos, por querencia o desafección, no paran de dirigir también
estos días su mirada a la iluminación de las principales calles del centro de
la ciudad. Porque, eso es así, no toda la capital está iluminada. Quién corre
con los gastos de la misma lo desconozco, pero no me extrañaría que seamos
–como generalmente- los ciudadanos que habitamos “toda la ciudad”.
Como novel aficionado a la fotografía, pienso mucho en lo
que esta es. Y no es más –ni menos- que el juego entre luces, iluminaciones y
miradas… Estos principios, más allá del gusto por la fotografía analógica o digital,
me ayudan mucho a pensar en lo que vivimos. Parte de la realidad está
iluminada, llama nuestra atención, y otra –no pequeña- está iluminada en grises
y pasa desapercibida.
Ayer tarde, dando un paseo por el iluminado centro
madrileño, percibía ciertos desenfoque sociales. Mientras esas calles rezuman
lúmenes, hay otros ciudadanos que tienen que alumbrar sus pasos con la linterna
o el móvil. Había montón de seguridad (policía, samur…), mientras en muchos
otros lugares capitalinos la seguridad es la ley del más fuerte o que aparezca
una ambulancia requiere de infinita paciencia y desvelamiento de currículos
vitales personales.
Los espacios estaban perfectamente acotados y señalizados,
mientras en muchas vías de nuestra ciudad las personas con movilidad reducida
están presos del desmadre vehicular o la inexistencia de las mismas hace que la
calle se convierta en una auténtica pista rápida transitada por caminos de
basura, tráiler o vehículos en busca de su dosis y niñas y niños de muy corta
edad. Veía también que, aún con los carriles reducidos, los servicios públicos
de transporte funcionaban con ligereza. Esos que hurtamos en otros lugares
capitalinos que provocan que la salida del barrio sea una auténtica guerra de
obstáculos, cuando no imposible.
En fin… luces, iluminaciones y miradas que pueden cambiar
nuestra sociedad o, por el contrario, agudizar esos claro oscuros que no hacen
más que cronificar, criminalizar y agudizar las situación de exclusión en medio
de las que andamos viviendo.
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