Hay épocas en las que parecen coincidir tantos dramas alrededor que dan ganas -como la cabina de la foto- de romper la conexión con la realidad.
Un muchacho, tras muchos años de lucha con su propia soledad, entra en fase terminal y, acompañando su silencio, volvemos a revivir tantas despedidas a los pies de una cama...
Otro que, desesperado y sin razones para vivir, piensa que lo mejor es terminar esta existencia. Se corta las venas, y la depresión vital se acaba convirtiendo en un dolor añadido. Dolor sobre dolor, sazonado de impotencia y abandono.
En fin, eso tendrá la solidaridad y la vida compartida. El privilegio es enorme, pero no viene exento de aflicción.
14 kilómetros. Esa distancia separa la Puerta del Sol, punto neurálgico de Madrid, de la Cañada Real, que lleva más de 5 años sin luz. 14 kilómetros separan la costa europea de un continente empobrecido. 14 kilómetros: una distancia muy larga para quienes se ven obligados a recorrerla cada día. Con este blog pretendo visibilizar y rendir homenaje a todas esas personas que andan por los márgenes de la exclusión y la violencia.
ánimo Javier. El privilegio para mí es poder compartir la vida con gente buena como tú.
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