Hay gente realmente extraordinaria. Si bien es verdad que me da rabia lo "anónimo" tan al uso en comentarios diversos en paginas web, es cierto que esta campaña emprendida por algún vecino de mi barrio ha despertado la curiosidad y satisfacción por mi parte.
Aprovechando los carteles anunciadores de estas fechas navideñas, claramente orientados hacia la festividad regaladora comercial de los reyes magos, dicha ciudadana ha empapelado el barrio con diferentes mensajes "alertadores" de lo que nos venden bajo estampas preciosas y de las necesidades que nos crean cuando, estas, no están justficadas.
Y en medio de todo este bombardeo de marketing, la explotación que nuestro consumo supone para otras partes de la sociedad. Y además, maquillando el empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad, se ocultan los beneficios que los dueños de grandes empresas disfrutan mientras ocultan su desvergüenza en la crisis económica que efectivamente vivimos.
Aquí van los ejemplos:
14 kilómetros marcan la distancia entre la exclusión y la inclusión. Esa distancia separa la Puerta del Sol, punto neurálgico de Madrid, de la Cañada Real Galiana. 14 kilómetros separan la costa europea de un continente empobrecido. Catorce kilómetros: una distancia muy larga para quienes se ven obligados a recorrerla cada día. Con este blog pretendo visibilizar y rendir homenaje a todas esas personas que peregrinan cada día por los márgenes de la exclusión.
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