miércoles, 2 de noviembre de 2011

Desayunar...

Comenzó esta mañana del frío noviembre el reparto de desayunos a los niños que vayan a la escuela en el poblado madrileño de El Gallinero. Es sorprendente comprobar como muchas criaturas estaban toda la mañana escolarizados sin llevarse un mendrugo de pan al estómago. Situaciones estas que si nos las cuentan de algún país de otros mundos, esos que mal llamamos deprimidos o cuantificamos: tercero, nos alarmarían.
 El reparto ha sido muy bonito. Los pequeños, según van llegando las rutas escolares, se ponen en fila y se les va entregando, según entran en el autobús, una bolsa con magdalenas, o zumos y fruta. Esperamos que dicha iniciativa motive aún más la participación de estos niños y niñas en la escuela, acudiendo todos los días y sin el mariposeo del hambre que tanto incordia y pervierte.
Un  grupo de quince personas se encargará de preparar las bolsas el día anterior y entre dos o tres acudir todas las mañanas, a las 7'45. a comenzar el reparto. La iniciativa ha sido bien acogida por las propias familias que reconocen el esfuerzo y, con agradecimiento, pondrán más empeño para que sus hijos no pierdan el autobús y acudan, todos los días, a la escuela.
 Además del reparto, por el esfuerzo que supone a las personas que altruista y solidariamente lo posibilitan, supone un esfuerzo económico que no sé muy bien cómo vamos a afrontar. Estas realidades, niños pobres en países ricos, no aparecerán en las campañas electorales que próximamente dará comienzo. Tampoco serán objeto de atención de esas mega fundaciones u oeneges cuya solidaridad de diseño necesita tener recompensas.
No; es una apuesta desde el tejido social y solidario para colaborar en que esa rueda de exclusión y pobreza que atrapa y devora tantas vidas pueda ser interrumpida por alguno de sus radios. Pretendemos que estos niños acudan a la escuela de una manera lo menos marginal que nos sea posible.
Cómo lo financiaremos? La pregunta del millón que en tantos proyectos nos surge y nos urge. La respuesta no la tengo. La certeza y esperanza de que sea posible su continuidad me la aseguran experiencias anteriores vividas: cuando compartimos, los desayunos (... ponga cada uno lo que comparte) se multiplican hasta sobrar.

1 comentario:

  1. Bienvenido a este blog que nos aportará luz en medio de tanta oscuridad y senderos para transitar la noche iluminados por miles de estrellas, las de los marginados y empobrecidos.
    Un gran abrazo. Miguel Ángel Mesa.

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