Y para celebrar la fiesta marché con el maestro del compromiso, Jorge, al gallinero.
Hay que ver la de inmaculadas e inmaculados que encontré. Pequeños sin mancha, con un horizonte comprometido pero todo en él por edificar, ajenos
a la miseria circundante juegan sin parar, reclaman atención y llaman reclaman el interés.
Espero que todos aquellos que siguen venerando la inmaculada en imágenes, que desollan el intelecto intentando explicar el misterio... todos esos y esos que vigilian una adoración estén más vigilantes a los desmanes de la administración. ¿cómo se puede tener en semejantes condiciones a estas inmaculadas?
“Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer.” (Domingo Sarmiento, maestro y político argentino del siglo XIX)
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