jueves, 2 de abril de 2009

El imperio del Infierno


Decía San Romero de América:

Yo denuncio, sobre todo, la absolutización de la riqueza. Éste es el gran mal: la riqueza, la propiedad privada como un absoluto intocable. ¡Y ay del que toque ese alambre de alta tensión! Se quema. Vivimos en un falso orden, basado en la represión y el miedo. El robar se va haciendo ambiente. Y al que no roba se le llama tonto. Se juega con los pueblos, se juega con las votaciones, se juega con la dignidad de los hombres. Estamos en un mundo de mentiras donde nadie cree ya en nada. Y como un Amós o un Miqueas decía: "esto es el imperio del infierno".


Todo el que denuncia debe estar dispuesto a ser denunciado y, si la Iglesia denuncia las injusticias, está dispuesta también a escuchar que se la denuncie y está obligada a convertirse… Los pobres son el grito constante que denuncia no sólo la injusticia social, sino también la poca generosidad de nuestra propia Iglesia (Homilía del 17 de febrero de 1980)


29 años después, que elocuencia la de Romero.

1 comentario:

  1. Repasando sus reflexiones y sus homilias, es fácil ver su vigencia y su actualidad. Yo he escogido dos textos, siguiendo tu estela y siguiendo las noticias de actualidad de nuestro mundo:
    "La Iglesia no puede callar ante esas injusticias del orden económico, del orden político, del orden social. Si callara, la Iglesia sería cómplice con el que se margina y duerme un conformismo enfermizo, pecaminoso, o con el que se aprovecha de ese adormecimiento del pueblo para abusar y acaparar económicamente, políticamente, y marginar una inmensa mayoría del pueblo. Esta es la voz de la Iglesia, hermanos. Y mientras no se le deje libertad de clamar estas verdades de su Evangelio, hay persecución. Y se trata de cosas sustanciales, no de cosas de poca importancia. Es cuestión de vida o muerte para el reino de Dios en esta tierra (Homilía 24 de julio de 1977, I-II p. 142). [21]
    Y en otra homelia nos dice algo que deberiamos pensar en este tiempo en que viviremos la resurrección:
    "La Iglesia no puede ser sorda ni muda ante el clamor de millones de hombres que gritan liberación, oprimidos de mil esclavitudes. Pero les dice cuál es la verdadera libertad que debe buscarse: la que Cristo ya inauguró en esta tierra al resucitar y romper las cadenas del pecado, de la muerte y del infierno.Y aquél que con esta fe puesta en el resucitado trabaje por un mundo más justo, reclame contra las injusticias del sistema actual, contra los atropellos de una autoridad abusiva, contra los desórdenes de los hombres explotando a los hombres, todo aquél que lucha desde la resurrección del gran libertador, sólo ése es auténtico cristiano (Homilía 26 de marzo de 1978, IV p. 124). [83]
    Pues ahí tenemos muchas respuestas a las dudas que nos asaltan a veces y a los mensajes contradictorios. Tambien hay una cita con la historia, porque todos tenemos protagonismo e influimos a nuestro alrededor.Y sobre todo, tenemos delante el COMPROMISO. Y a mí, me sigue dando miedo.....Toñi.

    ResponderEliminar