martes, 30 de noviembre de 2010

Adviento / Esperanza y verso

Comenzamos estos días, en nuestras celebraciones y expresiones religiosas este tiempo -que llamamos adviento-, y que viene a recordarnos la esperanza en nuestro caminar. Son tiempos recios, fríos para la lírica que cantaba el cantor, sin embargo la esperanza marcha con nosotros, aunque no la sintamos y nos cueste reconocerla. Tenemos montón de brotes a nuestro alrededor. Sólo es cuestión de pararnos, contemplar, reconocer e indignarnos. Se nos revela inmediatamente.
Como nos recordaba el peta guatemalteco Julio Fausto Aguilera:

Con un verso, es verdad, no botas a un tirano.

Con un verso no llevas pan y techo al niño vagabundo,

ni llevas medicinas al campesino enfermo.

Sobre todo, no puedes hacerlo ahora mismo.

Pero… vamos a ver:

Un verso bien nacido y vigoroso,

y otro más encendido,

y otro más desvelado,

y otro más fuerte y más veraz,

le dan vida a un sueño que recogieron tierno,

y este sueño de muchos, ya nutrido,

se vuelve una conciencia,

y esta conciencia, una pasión, un ansia…

Hasta que un día, todo –sueño, conciencia, anhelo–,

compacto se organiza…

Y entonces viene el grito, y el puño, y la conquista…

En la esfigie de la conquista brilla una diadema: el verso.

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