miércoles, 25 de septiembre de 2024

Júbilo!!


“El tiempo pasa…” cantaba Pablo Milanés. Y cuánta verdad hay en esa canción

El pasado lunes se jubilaba Carmen Puerta. Directora médica -durante más de 30 años- de un centro de atención a drogodependientes. Servicio del Ayuntamiento de Madrid.

Durante el suculento ágape al que nos invitaron en el magnífico jardincito del centro, nos pudimos reencontrar muchas personas conocidas. Algunas amigas y bastantes, compañeras y compañeros en las luchas de aquellos años 90. Luchas en las que intentar que fuera posible que personas que se habían enganchado a las drogas dejasen de suicidarse y rehiciéramos nuestras vidas.

Mi relación con Carmen, desde el inicio, fue cordial. Pero de esa cordialidad con que el diccionario de la real academia de la lengua define la palabra. La atención profesional como médica de Carmen hacia quien por su puerta -siempre abierta- aparecíamos era desde el corazón.

El otro lunes, en su despedida, pensaba y gozaba de la fortuna vivida con profesionales de este tamaño. Es verdad que desde colectivos sociales -las más de las veces con razones- hemos sido muy beligerantes respecto de la atención prestada en los servicios públicos y quienes en ellos trabajan. Hostilidad contra unas estructuras que no siempre responden a las necesidades de las personas, pero que acabábamos focalizando en el funcionario de turno. En estos momentos en los que desde quien nos gobiernan tienen como vocación el desbaratamiento de lo público hay que alzar la voz por su existencia y universalidad.

En lo afortunados que hemos sido, como usuarios o acompañantes de los mismos, en la experiencia con la atención de profesionales y personas de la talla de Carmen: siempre ha sido un auténtico lujo. Nunca había deshoras… Nunca había protocolos excluyentes… Nunca despedidas por falta de competencias... Ella -como seguramente tantas y tantos otros profesionales de lo público- siempre abría horizontes que hacían posible compaginar las necesidades de las personas enganchadas a las drogas con los recursos ofrecidos por las Administraciones. Por eso, en estos años, los NO que conocí en Carmen fueron más dirigidos a esos sentimientos de autoflagelación impuesto por el abuso de drogas o a esa clase políticas y públicas que parecían anteponer lo estructural a lo personal.

Afortunadamente se ha jubilado. Se lo merece. Se merece seguir disfrutando de “otros júbilos”. Porque su trabajo, quedó claro en sus palabras y en la cantidad de -ya amigos y amigas- profesionales que durante estos años trabajaron junto a ella. Lo explicó muy verazmente su hijo: ” en casa estabais con muchas de las historias que aquí vivías porque mi madre se las llevaba a su intimidad familiar…”. Lo confirmo yo -seguro que entre otros cientos y cientos de personas a quien Carmen atendió-, que merece disfrutar del mismo júbilo -jubilada- que ha disfrutado en los años de trabajo y entrega profesional.

Y que mejor homenaje que seguir, a quienes venimos detrás, trabajando y viviendo desde el compromiso por lo público, donde los cuidados sean seña de identidad del quehacer profesional y vital de cada uno de nosotros y nosotras.
        Muchas gracias, Carmen, por tanto

sábado, 21 de septiembre de 2024

Norita...


 Quedan pocos días para que haga ya 4 meses de la marcha eterna de Nora Morales de Cortiñas. Ayer viernes en las II Jornadas de Memoria Democrática de Ávila, se rindió un homenaje a esta inconmensurable mujer a quien, junto a las madres de Plaza de Mayo Argentina, Carlos Cano también tributo homenaje con su canción: "Tango de las madres locas".

Este fué mi homenaje escrito:


Con Norita, Motril 2014

Soy mal fotógrafo y tengo peor memoria. Pero las primeras me ayudan a recordar, evocar momentos -sobre todo colectivos y comunitarios- que han sido importantes en mi vida. Y uno de ellos fue conocer a Nora Morales de Cortiñas -Norita- para quien tuvimos la fortuna de ser reconocidos con su amistad.

Y entonces, al intentar hacer una semblanza de esta “pequeña” mujer (y enfatizo lo de pequeña por lo siguiente…) miro aquellas fotos de una lejano ya 2014 y siento que me hablan de muchas cosas de esta gran mujer.

Pequeña en lo físico, pero con una fuerza tremenda, que no sólo engrandecía su compromiso y su propia vida, sino que además contagiaba esa pasión por buscar la Justicia, aquí o allá. No hubo empeño pequeño para ella si la construcción final era mejorar un poco la vida de sus compañeros y conocidos.

Vuelvo al retrato y me encuentro con esta tremenda mujer que no solo se comprometió. Sino que, además -en el ¿cómo? - siempre aparecía esa sonrisa capaz de desbaratar al más feroz oponente como contagiar esperanza, tras unos ojos vivaces que provocaban y embargaban.

Su atuendo siempre culminado en una cabellera envuelta en un pañuelo blanco. Con distintas inscripciones y, en ellas, la fecha de desaparición de su hijo. Ese pañuelo, en Norita, no ocultaba vergüenzas, o miedos o desazón alguna. Al contrario. El pañuelo blanco, símbolo de pureza en sus justas luchas, siempre adornaba -como un tocado sagrado- esa cabeza llena de sueños, compromisos y afectos. Nora, como tengo la fortuna de encontrar en otras madres luchadoras, fue capaz de transformar su dolor e indignación en fortaleza para sus causas. Causas que hizo fueran de todos cuantos nos sentimos humanos y hermanados en la lucha por la Justicia. Y esta con mayúsculas.

Y esas pequeñas manos que nos sobrepasaban en generosidad…. Siempre extendidas para abrazar, alentar y denunciar. Cuantas veces, sus manos, fueron firme pilar de un micrófono o megáfono. Esas manos que formaron parte de su capacidad de comunicar. Manos que acariciaron tantas ilusiones como atemperaron injusticias y dolores. Manos cansadas y a la vez ofrecidas generosamente en busca de Memoria Verdad y Justicia como aparecía inscrito en el pañuelo sobre su cabeza.

Y vuelvo a las fotografías, testimonio certero de lo que Norita ha significado en la historia de nuestra humanidad. Frente a esos Goliat que se alzaban y se alzan contra lo débil y vulnerable, su pequeñez engrandeció todo aquello que apuntaba a luchar por un mundo mejor. Su voz, tenue y firme a la par, nos encaminó hacia esos senderos “periféricos” donde se juega lo humano, donde se descubre la potencialidad del ser humano. Donde la voz más fuerte no siempre es el grito más contundente y solidario.

Y para finalizar, me vuelvo a sentir traspasado por esa mirada personal que nos lanzaba a cada uno de sus interlocutores. Fuera este presidente, famoso o simple ciudadano… Su mirada calaba de tal manera que una vez mirado era difícil, por no decir imposible, ausentarte de esa mesa común en busca de Justicia y Paz.

Norita ha sido, junto a tantas mujeres-madres, imagen necesaria del valor de la memoria. La necesidad de tener presentes, hasta el fin de los tiempos, a aquellos a quienes el poder injusto e inhumano arrebató de sus faldas. Por eso ella nunca dejó de portar, como sagrado escapulario, la fotografía del hijo arrebatado por aquellos milicos que tanto daño hicieron y, si bajamos las esperanza y la lucidez, pueden volver a cometer.

La vida de Norita me trae a la memoria aquella frase del escultor vasco Eduardo Chillida, de quien se celebran 100 años de su nacimiento: “Los ojos para mirar, los ojos para reír, los ojos para llorar ¿valdrán también para ver?”

miércoles, 28 de febrero de 2024

acuerpando a Defensores y Defensoras de Derechos Humanos


Algo que señalaban ayer en el acto, en el teatro del Barrio, “Huella colonial. La Colombia desterrada por las multinacionales españolas” era la necesidad, aquí y allá de hacer cuerpo, de defendernos de todos aquellos ataques y victimarios que, grandes o pequeños, atentan contra la dignidad de las personas y los pueblos.

Se presentó un adelanto sobre la vida de Adil Meléndez, abogado y Defensor de Derechos Humanos. Derechos humanos enraizados en la idiosincrasia y peculiaridades de distintas zonas de Colombia. Vida la de este gran -física y espiritualmente hablando- abogado colombiano.

Su trabajo está traspasado por la violencia que sigue, de manera más callada, viviendo la gente sencilla de las zonas más alejadas del poder y la centralidad de Colombia. Y entre quien detenta esas violencias: la empresa española Aguas de Barcelona. La lucha de Adil y sus vecinas ha hecho que, además de tener que vivir con escolta, sea un referente contra las políticas extractivistas que desolan poblaciones y empobrecen, más aún, a quien esas regiones colombianas habitan.

No sólo escucharle fue un privilegio. Conocer esa realidad que difícilmente se deja asomar en los medios de comunicación españoles, fue una ocasión para que la solidaridad entre pueblos y ciudadanos crezca acuerpándose.


domingo, 28 de enero de 2024

sentirnos....

El privilegio de compartir comida, ilusiones, vida...
Esta mañana en nuestra celebración dominical dejábamos resonar ese ”asombro” del que nos hablaba el Evangelio. Algo muy parecido a la “admiración” de la que nos hablaba -también esta mañana- la columna del amigo Luis García Montero.

Asombrarnos para dejarnos desbaratar en la acogida. Asombrarnos de la capacidad de las personas -cuyas vidas están traspasadas por el dolor- en rehacerse y seguir disfrutando y contagiarnos de la pasión por vivir. Asombrarnos de las innumerables veces que tenemos que parar, volver a los orígenes y dejarnos abrazar por esas maravillosas personas en medio de las que vivimos que nos construyen, alientan y esperanzan… Vamos, toda una fortuna con que nos llena la Vida.
Cómo será esta que en ocasiones el asombro nos pilla desprovistos de casi todo. Una persona, migrante, que llegó desfondada a la parroquia porque llevaba varios días durmiendo en la calle, después de poner su vida patas arriba en el camino migratorio. Esa misma noche nos anuncia que está embarazada y, sin darnos tiempo a encajar la alegría por la noticia, en medio del susto y descoloque, en el mismo templo donde había ocurrido todo lo anterior, se pone malísima y pierde la criatura…
El tiempo pasa, la vida se re-coloca y hoy vino a visitarnos. La distancia física no puede con el cariño y la estima, aunque duelan los recuerdos.
Ahora, al preguntarla si había llegado a su casa, me contesta: “Muchas gracias por ese recibimiento tú sabes que más que una parroquia es un hogar y para mí es mucho más significativo  por mi hjita,  ya que no tengo un panteón donde visitarla pero si un hogar en donde sentirla”. Y entonces se me viene toda la vida que vivimos, que nos acompaña, pasos delante pasos atrás achuchando…y es cuando, ante el sentimiento de esta mujer que no pudo llegar a abrazar a su bebita, sólo puedo dar gracias por todo lo que vivimos, queremos y sentimos.

jueves, 19 de octubre de 2023

desacralizar!¡

 

Vuelvo a leer la palabra que titula este desahogo.


Hacía mucho tiempo, desde aquel 2006, en que el vicario de Vallecas de entonces me admonitó (¿amenazó?) con que nuestro templo de San Carlos Borromeo quedaría "desacralizado" si seguíamos en el empeño de celebrar la fiesta popular de los carnavales. Fiesta que lógicamente celebramos.
Desde entonces la de acontecimientos que hemos vivido en ese espacio desacralizado. Muchas veces lo he pensado. Cómo se puede, teniendo el Evangelio en nuestro horizonte, hablar de espacios sagrados. Sólo es sagrada la Naturaleza y quienes la habitamos. En estos tiempos, por ahí ha pasado de todo y todo tipo de personas. Eso sí, teniendo un lugar especial y destacado nuestras celebraciones dominicales en torno a la mesa del Señor Jesús.
Es un espacio físico, el de San Carlos Borromeo, pequeño y precario. Y en él, sin embargo, acontece mucha Vida. Esta misma mañana convivían los arqueólogos que están excavando junto al templo y sus colegas fotógrafos documentando lo hallado, con las clases de español para migrantes, con la acogida social en los despachos y revoloteando sobre todo, dos familias acogidas que la Administración pública mantiene en la calle al no darles albergue y ser una obra titánica conseguir cita para formalizar la solicitud de Asilo.
Es por esto que generosamente se han bajado al espacio "desacralizado" donde duermen, hacen deberes los pequeños y hoy han tenido que comer, a los pies del Palestino, porque no había otro sitio libre.

Y me vino aquella admonición del vicario. Y como han pasado los años y ya está viejito y no le guardo rencor, he pensado: ¡que cosa más sagrada que dos familias que “no tienen donde reclinar la cabeza” compartan la comida a los pies del crucificado!. Y creo que este es el ágape del que nos habló el tal Jesús…

miércoles, 27 de septiembre de 2023

lo caro que sale causar dolor

Aun con los ojos medio cerrados por el madrugón, vengo de asistir a un desahucio. Una joven pareja, con dos pequeñines ha sido desahuciada, esta mañana, por no poder hacer frente a los bajos pagos de alquiler. Este bajo pago de alquiler denota la falta de recursos en dicha familia.
 
 Además de vecinas y vecinos solidarios con semejante drama, desde primera hora de la madrugada -a las 6:00h.- dicen algunos vecinos el portal del desahucio y los colindantes estaban, literalmente tomados por policía municipal de esos que van disfrazados de robocop. Imponen e intimidan. Me preguntaba qué sentirían los niños que a primeras horas acudían con su mamas y papas al colegio.

Como en otras ocasiones la intimidación policial como carta de presentación: Que si somos más de 20 nos filiarían para enviarnos la multa por concentración no “autorizada”; que si para qué hacíamos fotos; que si éramos freelance… bueno nos han identificado a otro amigo y a mí que teníamos las máquinas de fotografiar colgadas sobre el pecho.

Momento de la instalación de la puerta blindada

Y mucho trajín de policías. En un momento dado, casi una hora antes de la prevista para ejecutar el desahucio, conté más de 23 policías municipales. Más todos los coches con agentes de policía nacional y secretas que pasaban, daban la vuelta y se marchaban. El desfile ante el horror que se avecinaba.


Llegó la comisión judicial, dos mujeres jóvenes -parecían a la distancia que las autoridades nos indicaron- que se encaminan al portal: mascarillas -de esas que hemos normalizado en la era covid- sobre su rostro, escoltadas por policías ya, desde hace rato, con el casco antidisturbios colgado a la cintura.


Y tras estos, los comerciantes del horror: de la empresa de instalación de puertas, de la empresa de muebles, de la empresa de seguridad privada… y la mama y el papa -junto a la abuela- con las dos criaturas envueltas en manas sobre los hombros una y en el carrito de bebe la otra.


Y los vecinos y vecinas gritando “un desahucio, otra ocupación…”. Y las Administraciones emburrocratizadas ausentes de semejante atropello.


Y yo pensando: hay que ver lo caro que sale causar dolor…

jueves, 28 de julio de 2022

afortunados... verano!!

 

El calor sofocante que estamos padeciendo este último mes (y tenemos acceso a agua, electricidad, ventilador, recursos para consumir en fresquito...) hace que los cansancios parezcan aún mayores. Es como un chaparrón de fatiga que te deja totalmente “pluf”.
Pues en medio de ese panorama “atorrador”, en medio de las sombras del día a día -como el sol por las rendijas de las persianas-, se cuela la alegría, la fiesta, el encuentro, la mesa compartida y la música…. Que afortunados somos…

Estos dos jóvenes han tenido -y no ha finalizado- un proyecto vital aterrador, de esos que queman y cuyo futuro ha quedado dibujado de formas complejas. Sin embargo, en medio de las dificultades -como aquél ave fénix- estos muchachos no pierden la sonrisa, se vuelven a levantar.... Lo poco que tienen son capaces de transformarlo en servicio y simpatía. Entonces todo se multiplica, hasta valores infinitos. 

Acaba el curso, los cansancios hacen mella pero la alegría de que nos dejen compartir nuestras pequeñas vidas con sus vuelos titánicos, hacen que aquellos se difuminen y no acaben con nosotros. 

Muchas gracias a todos y todas.
Muy Feliz Verano.