lunes, 6 de septiembre de 2010

A callarse¡¡¡

Estamos asistiendo, dentro de la Iglesia pero con una repercusión mediática importante, al conflicto que está viviendo José Arregui. Creyente vasco que perteneció a los franciscanos y ha acabado dejándolos para no "entorpecer" su labor -en sus palabras- con el pueblo a quien se dedican.
Las entrevistas que este hermano cristiano ha venido concediendo, son todas de una categoría humana, una entraña solidaria y una apuesta fresca y decidida por el Evangelio de Jesús que estas torpes palabras sólo quieren subrayar y agradecer.
Recuerdo que en el conflicto que planteó en cardenal Rouco a la comunidad de San Carlos Borromeo, lo que más les exasperaba era la visibilización del conflicto. Como nos dijeron reiteradas veces, que la situación se hubiera conocido y las consecuencias de ello.
Estos días, intentando seguir a través de los medios de comunicación lo que han pretendido hacer con José Arregui (como han hecho con Masiá, Pagola, Torres Queiruga...) vuelvo a sentir la necesidad de saludar esa valentía que personas (¡ aúpa la anciana María Victoria Gómez ¡) y comunidades tienen y han tenido de poner sobre la mesa pública esas ofensas a la verdad y al Evangelio.
Sólo desde la apertura al otro, al distinto y distante, dialogando, conversando, cediendo, aprendiendo.... estaremos en disposición de seguir anunciando la Buena noticia del Dios de Jesús a aquellos que sólo reciben malas noticias de los poderes de este mundo; entre otros de la propia iglesia institucional.

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