![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtXNbXLOmvB4IIhuhKZq3JOlxMGDjUZQAclK2Hd-szui0w_HG7SswGVESsS1LG_fO_Dq45QACwXXpJaoScbXGsww2lg23RUwqOVLzrvtEUQ1W9ctzuHOWs1HNRLUgZDTERfBXqTwa8ZTI/s320/(49).jpg)
Saber que en estos tiempos de crisis -estafas y especulaciones- tenemos capacidad de transformar nuestro entorno. La expectación que genera lo nuevo, la criatura que todos llevamos dentro y que nos impulsa, como el camino que hace utopía, a seguir adelante.
Sabernos llamados a cuidar y contemplar todo aquello que deviene en cuidados. Tejer complicidades que hagan posible soportar las embestidas del odio, la sin-razón y todo aquello que complica la vida de los más pequeños y vulnerables.
Tener continuamente presente aquella histórica pregunta "¿quién soy yo...?" para ser acariciado por quienes desbordan vida y solidaridad a nuestro alrededor. Saber que estamos llamados/invitados a desplegar manos y abrir corazones.
Como la imagen: el cuerpo desbordado de vida, de genialidad, de historia por construir y caminos por transitar....
No hay comentarios:
Publicar un comentario