Flipao...

Con esta expresión que da titulo al blog mantenían, esta mañana, dos policías nacionales la acusación contra Isabel por una "falta contra el orden público".

El pasado verano, Isa, solidaria como entrañable donde las haya, se topa en plena calle toledo con un grupo de adolescentes que, al parecer, venían de ganar un torneo de fútbol. De repente un coche patrulla de los agentes, en medio de la calle y dando un frenazo, interfiere a dicho grupo y separa a los jóvenes de color negro. Ella, y sus amigos que hoy fueron de testigos al juicio, se acercan a ver qué ocurre y son reprendidos por otros patrullas que llegan para que se marchen del lugar. Isa insiste preguntando la razón de porqué sólo identifican a los de color negro, por lo que se ve, ella misma, puesta contra la pared, cacheada, vaciado su bolso y con la advertencia del agente de policía "ya tendrás noticias del juzgado".

Y éstas llegaron para que hoy compareciese y diese cuenta de su delito.

Lógicamente, ante semejante atropello, amigos y amigas nos hemos hecho presentes para acompañarla en semejante tropelía.

En la sesión del juicio, a cuya sala sólo han podido acceder doce personas de lo pequeña que era, los dos agentes de policía nacional denunciantes no recordaban absolutamente nada. A preguntas de la defensa ¿quién la filió? no recuerdo ¿quién la cacheo? no lo recuerdo ¿cuántos agentes intervinieron? no lo recuerdo ¿había testigos? no lo recuerdo ¿identificaron sólo a personas negras? no lo recuerdo ¿les insultó la imputada? no lo recuerdo... ¿recuerdan algo del suceso? "Sí, que nos llamó flipaos y nos dijo que vaya historias montamos"...

Son estas las fuerzas de seguridad que merece un país democrático y del bien estar? no hay nadie que les diga a estos personajes policiales lo que cuesta todo un proceso judicial porque un ciudadano te llama flipao? Es posible seguir manteniendo como agentes del orden a personas con tanta amnesia sobre el trabajo que realizan?

Sinceramente un escándalo. Como llovía y no pudimos hacerlo a la entrada, a la salida de los juzgados nos hemos tapado la boca en señal de denuncia por los atropellos que sufren los ciudadanos preocupados por que los agentes del orden no creen desorden racista en nuestra sociedad.