Mañana sábado día 5 de Diciembre, a las 12h. en el Aeropuerto de Madrid T4, acto en solidaridad con esta ejemplar mujer defensor de Derechos Humanos. "Todo por dignidad". Aquí dejo sus razones de la actual situación:
REUNIÓN DE AMINETU HAIDAR CON LA DELEGACIÓN DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES PRESIDIDA POR DON AGUSTÍN SANTOS. JEFE DEL GABINETE DE SEÑOR MORATINOS
Ante todo le doy las gracias al Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno español de, por lo menos después de 15 días, haber venido a ver de cerca mi situación humanitaria.
Respecto a mi situación que es ante todo inhumana, una situación en la cual se están violando todas las convenciones internacionales, sobre todo aquellas firmadas por el propio Marruecos, sobre todo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos…
No vine a España por mi propia voluntad. Vine obligada a viajar, después de una detención abusiva que duró 24 horas en el Sahara Occidental. Después de que se tomó la decisión abusiva de expulsarme de manera ilegal de mi tierra, estuve protestando durante más de una hora ante el comandante del avión. Le hice saber que él sería el responsable de lo que estaba aconteciendo y que sería cómplice de todo lo que estaba ocurriendo, le dije que no tenía pasaporte y que todos los policías que estaba viendo detrás de mí, eran los que habían confiscado mi pasaporte; que era una defensora de derechos humanos saharaui, que llegó ayer de las Islas Canarias y que me obligaron a viajar dejando a mis hijos en el Aaiún.
El comandante del avión me dijo que él no podía portar en el avión a una persona que no tenía pasaporte. El responsable de la policía marroquí le dijo que era portadora de una residencia española. Le respondí que aún así yo no podía viajar a España sin pasaporte y, sobre todo, en contra de mi voluntad.
El comandante llevó a cabo unas cuantas llamadas telefónicas y respondió que él no podía llevarme en el avión. Una vez más habló con él el responsable de seguridad marroquí y le dijo:
“a usted únicamente le importa esto, el billete de avión”. Le enseñó un billete de avión que tenía. “Y ésta es una orden de la cual está al tanto el ministro de exteriores español”.
Después de un momento, el comandante del avión recibió una llamada telefónica y se dirigió a mí y me preguntó mi nombre. Le dije mi nombre. Cuando se lo dije, el comandante hablando con la persona en el teléfono –que yo desconocía quien era- le dijo que sí, se llama Haidar. Dejó de hablar y después de dos o tres minutos recibió otra llamada, se veía claramente que su cara había cambiado. Se dirigió al jefe de seguridad marroquí y le dijo “bueno, podemos dejarlo”.
En ese momento, le hice saber que él mismo, al igual que la compañía aérea y al igual que España serían las responsables de todo lo que fuera a ocurrir.
Cuando llegué al aeropuerto de Lanzarote…yo no sabía cuando iban a llevarme, ni siquiera el destino a donde iban a llevarme...cuando despegó el avión fue cuando el comandante dijo que el destino sería Lanzarote.
Estaba en una situación de estado psicológico totalmente bajo, con depresión, era la primera vez que iba a Lanzarote. Todos mis teléfonos y tarjetas telefónicas habían sido confiscados por la policía marroquí. Entonces, para mí, eso era un secuestro. Cuando llegué al aeropuerto de Lanzarote estuve totalmente segura de ello y protesté en el avión y no quise bajar. Todos los pasajeros bajaron menos yo.
Entonces, vino la policía para bajarme, para convencerme de que iban a hablar conmigo ya que yo portaba una residencia española. Les dije, estando en el avión, que yo no podía bajar porque no tenía pasaporte y había dejado a mis hijos detrás y venido contra mi voluntad. Me convencieron de que podría volver esa misma tarde. Pero cuando fui a la oficina de la policía, les dije que yo estaba en una situación ilegal y que, por lo tanto, no iba a salir de la zona de tránsito. El responsable de la policía me prometió, entonces, que volvería a El Aaiún a las 6, por lo que me senté con los pasajeros que viajaban al Aaiún. Entonces, el responsable me dijo, en ese momento que, en todo caso, como estaba en una situación ilegal y no tenía pasaporte, que él había recibido órdenes de que no podía ir al Aaiún. Fue entonces cuando tomé la decisión de quedarme aquí. Y lo que realmente me reforzó fue el apoyo de toda la sociedad civil española con mi causa, que ha estado aquí viniendo y apoyándome.
Estaba en una situación psicológica muy peligrosa, incluso he estado llorando, sobre todo pensando en mis hijos. Me aseguré en ese momento de que había habido un acuerdo entre el gobierno español y marroquí, que había una total complicidad en el asunto. Mediante los medios de comunicación di un aviso al gobierno español para que resolviera el asunto o que si no entraría en huelga de hambre abierta.
En lo que a mi respecta, nunca he creído que España es el enemigo. Sin embargo, estoy viendo que está jugando este mismo juego. He sido secuestrada, detenida, torturada, alejada de mis hijos por el gobierno de Marruecos, sin embargo, eso nunca me ha dolido tanto como lo que está haciendo España que es un país democrático, un Estado de derecho, y nunca pensé que llegaría a actuar de esta manera.
Realmente nunca me ha gustado ese silencio de la administración del gobierno español respecto a las violaciones de derechos humanos, de aquellos saharauis que se puede decir que aún dependen del gobierno de España, y nunca pensé que España llegaría a presentarse para hacer este tipo de trabajos que realmente tocan a la legalidad internacional. Ha habido un acuerdo con el gobierno de Marruecos.
Cuando entré en la huelga de hambre, ni siquiera se les ocurrió mandarme un representante local para que hable conmigo y vea mi problema. De la misma manera que el gobierno español ignoró a los saharauis en el año 75, actualmente también España está ignorando a una activista de derechos humanos saharaui. Y lo hace exactamente el mismo día, el mismo día negro para los saharauis que es el del acuerdo tripartito de Madrid, el 14 de noviembre. No quiero ocultar que siento indignación por parte del gobierno español, y no solo por mí, sino por todos los saharauis y los militantes de derechos humanos.
Estas soluciones que ha traído el gobierno español…quiero decir que yo no he creado esta situación de crisis… si no que son el gobierno español y marroquí los responsables de todo lo que está ocurriendo. Yo tengo una sola solicitud y es que se me devuelva a mi tierra, el Sahara Occidental, donde están mi tierra y mis hijos, con o sin pasaporte. Es vuestro problema.
Le doy las gracias al gobierno español por ofrecerme la nacionalidad española o el estatus de asilada política. Sin embargo, para mí, la nacionalidad no es una oferta por parte del gobierno español sino más bien mi derecho, un derecho como saharaui. Mi madre es española y gran parte de mis familiares son españoles. Yo nunca pensé solicitar la nacionalidad española, ni la americana ni la italiana, ésta es mi postura política personal. Estoy bajo ocupación marroquí y milito, como el resto del pueblo saharaui, para poder llegar a nuestra autodeterminación.
Marruecos no me ha dado mi pasaporte como una oferta, sino que está obligado porque es un país ocupante y, según la Cuarta Convención de Ginebra, está obligado a dar todos los derechos políticos y civiles a los ciudadanos bajo su ocupación. Yo nunca he solicitado otro pasaporte. Nunca voy a solicitar otro pasaporte porque tengo ya uno que está en vigor y el número es R559514, que no expira hasta el 2 de mayo de 2010 y puedo prorrogarlo otros cinco años, después vendría la renovación. Con esto se ve claramente que Marruecos está violando sus propias leyes pues yo no puedo tener dos pasaportes. Yo no he perdido mi pasaporte para que haga una declaración de pérdida, está confiscado por parte del gobierno marroquí.
No estoy exigiendo de España que juegue el juego de Marruecos. Marruecos es realmente quien debe de pensar mucho en esta decisión. Lo que exijo al gobierno de España es que simplemente me devuelva a mi tierra. El asunto del pasaporte y la documentación es una guerra, es mi guerra con Marruecos. Pues he estado casi 15 años pidiendo un pasaporte, hasta el año 2005, y nunca le pedí al gobierno español que interviniera en aquello. Y el único que intervino fue el gobierno americano y fue quien realmente obligó al gobierno marroquí a que me diera pasaporte.
En definitiva, estas son opciones que rechazo totalmente. Lo único que le pido al gobierno español es que me devuelva a mi tierra.
[Intervención de Agustín Campos ofreciendo las opciones de nacionalidad española y de asilo político……..]
No es necesario explicarme las dos opciones, es una pérdida de tiempo y de energía para mí. No quiero conocer las ventajas y los inconvenientes porque nunca voy a aceptar ni el asilo político ni la nacionalidad española.
[Agustín Santos ofrece el pasaporte español…]
Ante todo le doy las gracias por esta opción que, para mí, más bien la considero un derecho. Desgraciadamente, la nacionalidad española no ha podido defender a comités, asociaciones, parlamentarios españoles que han sido expulsados del Aaiún en los aviones de vuelta a España y realmente España no ha podido protegerlos. Tampoco protegió a Yarba que es un saharaui español en silla de ruedas que fue tratado duramente en el aeropuerto del Aaiún, después en el de Casablanca y finalmente se le expulsó a Barcelona.
Si la tarjeta de residencia española ha sido una especie de condena para mí, que Marruecos ha utilizado para hacerme ésto, imagínese cuando yo tenga la nacionalidad española lo que harán. Ya no podría pisar El Aaiún. Yo le doy una explicación política. Marruecos esta ahora pensando, llevando a cabo un proyecto basado en hacer, desplazar los refugiados saharauis a países terceros, todos los saharauis que estén en contra de la ocupación marroquí van a ser tratados de la misma manera, es decir, serán expulsados, se les dará la nacionalidad española y se quedarán fuera del país. No estoy pidiendo a España que me proteja de lo que me pueda hacer Marruecos de tortura y detención, que Marruecos haga ese trabajo sucio, que Marruecos me detenga.
Cuando volví a El Aaiún, el día 13, según sabe mi abogada Inés Miranda, y lo sabe Boi-tia y Marselha Gonsalves, sabía que cuando volvía habían dos posibilidades: o ser detenida o que se me confiscaran los documentos. Y esto no es algo inventado sino que parte de una realidad en las zonas ocupadas. Pues ya habían sido detenidos otros 7 activistas de derechos humanos el día 8 de octubre, que van a comparecer ante un tribunal militar y es posible que incluso se les condene a pena de muerte. Además de otros 8 activistas a los cuales se les fue confiscada toda la documentación, entre ellos, Sultanya Khaya, que además de su documentación marroquí también se le confiscó su residencia española.
Cuando yo volví a El Aaiún habían sólo esas dos posibilidades. Sin embargo, la posibilidad de la expulsión a España nunca se me había pasado por la cabeza. La expulsión como tal, no es que sea algo nuevo, siempre ha habido expulsiones de saharauis de la zona ocupada al interior de Marruecos, se les prohibía volver al Sahara. También fue expulsado otro activista a la zona que está entre el sur del Sahara y Mauritania. Pero la expulsión hacia España que es un país democrático y un país de derechos humanos nunca había ocurrido.
Desgraciadamente, hoy en día, me estoy viendo obligada a enfrentarme al gobierno español como autoridad y no a enfrentarme al gobierno marroquí. Marruecos, si tiene alguna causa contra mí, que me lleve ante los tribunales y que sea lo que tenga que ser. Pero debido a las presiones internacionales, y gracias también a los distintos galardones que se me ha dado en el extranjero, [Marruecos] pensó en otra cosa, en tirarle el balón a España. Marruecos sabe realmente quien es Aminetu Haidar pero España no conoce a Aminetu Haidar.
Mi mensaje al señor Moratinos y, mediante él, a todo el gobierno de España, es que Aminetu Haidar ha sacrificado su juventud y su vida por la dignidad y hoy estoy viendo que mi dignidad y la del pueblo saharaui están siendo pisoteadas y el gobierno español es el responsable de lo que pueda ocurrir en esta huelga de hambre porque yo estoy decidida a ir hasta el final. Pues mi dignidad está por encima de mis hijos y por encima de todos, así que no tengo nada más que ofrecer.
29 noviembre 2009 Aeropuerto de Lanzarote
14 kilómetros marcan la distancia entre la exclusión y la inclusión. Esa distancia separa la Puerta del Sol, punto neurálgico de Madrid, de la Cañada Real Galiana. 14 kilómetros separan la costa europea de un continente empobrecido. Catorce kilómetros: una distancia muy larga para quienes se ven obligados a recorrerla cada día. Con este blog pretendo visibilizar y rendir homenaje a todas esas personas que peregrinan cada día por los márgenes de la exclusión.
La leal oposición dice que esta mujer "es terca" y no colabora en la solución. El Gobierno español, con su actitud, dice lo mismo y la respuesta hasta ahora, es que una jueza le impone una multa de 180 euros por "desorden público."
ResponderEliminarNiños, mujeres y ancianos, siempre los más débiles, permanecen abandonados en el desierto desde hace 33 años (1976), en condiciones infrahumanas, mientras España se escuda en que el tema concierne a Naciones Unidas, y no apoya la celebración del Referéndum de autodeterminación acordado, y mantiene bloqueado el proceso de paz. Ya en Mayo del 2006, Galeano decia: "Quizás el pueblo del Sahara es culpable porque en sus largas costas reside el mayor tesoro pesquero del océano Atlántico y porque bajo las inmensidades de arena, que tan vacías parecen, yace la mayor reserva mundial de fosfatos y quizá también hay petróleo, gas y uranio.
Los saharauis esperan. Están condenados a pena de angustia perpetua y de perpetua nostalgia. Los campamentos de refugiados llevan los nombres de sus ciudades secuestradas, sus perdidos lugares de encuentro, sus querencias: El Aaiún, Smara…
Ellos se llaman hijos de las nubes, porque desde siempre persiguen la lluvia.
Desde hace más de treinta años persiguen, también, la justicia, que en el mundo de nuestro tiempo parece más esquiva que el agua en el desierto."
Celebrabamos hace nada la caída del muro de Berlin, pero nada decimos del Muro de Marruecos, que desde hace tantos años perpetúa la ocupación marroquí del Sahara occidental. Este muro, minado de punta a punta y vigilado por miles de soldados, mide sesenta veces más que el Muro de Berlín.
También Saramago se ha dirigido a esta valiente mujer y dice:"Dejemos que Aminatu regrese a casa con el reconocimiento de su valor, a las claras, porque son personas como ella quienes dan personalidad a nuestro tiempo, y sin Aminatu todos seríamos más pobres.Aminatu no tiene un problema, lo tiene Marruecos. Y puede resolverlo, tendrá que resolverlo y no sólo para una mujer frágil, sino para todo un pueblo que no se rinde porque no puede entender ni la irracionalidad ni la voracidad expansionista, propia de otros tiempos y de otro grado de civilización."
......Si de verdad creemos en la justicia y queremos un mundo solidario, en este momento ¡todos debemos ser saharauis!