martes, 5 de mayo de 2009

Tengo una corazonada ¡!¡!¡!

Si, efectivamente tengo una corazonada.
Y lo que el corazón me dice, en esta primavera ya venida, es que las Olimpiadas no traerán nada bueno a los que nada tienen.
Los ilustres "examinadores" del comité olímpico visitarán Madrid. Claro, un Madrid sin atascos. Un Madrid sin pobrezas. Un Madrid sin colas interminables para pedir cita en el médico. Un Madrid repleto de los mejores platos culinarios. Un Madrid limpio y lustroso.
Pero y el Madrid de los infiernos? Ese Madrid que sigue arrinconando a cientos de niños a vivir entre ratas. Que especula con las viviendas. Que invierte tanto en fuerzas de seguridad y tan poco en seguridad para los ciudadanos. Que sigue registrando colas y colas ante la oficina del paro para solicitar un derecho cotizado. Que impide que las mamas que han parido no puedan acceder a ayuda económica si no tienen papeles de legalidad. Que dificulta que las abuelas y tíos que acogen a sus familiares menores puedan tener ayuda económica...
Si, también tengo una corazonada. Pero la corazonada de que los juegos de los ricos serán a costa de los pobres para beneficio, con exclusividad, de los mismos VIP.

2 comentarios:

  1. Otra vez más circo y más pan, y encima toda la ciudadanía tan contenta y tan preocupada de si seremos elegidos o no como sede olimpica.
    Dentro de ese Madrid tan bonito que ahora se presenta, destacan hoy los periódicos que el transporte es lo mejor. ¿...? ¿para quién, para los que tienen que buscarse la vida para el abono, como nos contabas tú ayer?; ¿para los que llegamos tarde a trabajar porque cada vez hay menos conductores, que trabajan mas horas, y menos servicio?, ¿o para los que van a ir en coches oficiales con la carretera despejada antes de pasar?
    El Madrid de los infiernos del que nos hablas no lo van a visitar, no pueden visualizar este tìpo de realidades. Y mira que es una pena. Una verdadera pena porque en ese Madrid tenemos maravillosos campeones de todo tipo de disciplinas olímpicas. Podriamos citar como ejemplos, las pruebas de carreras y saltos de vallas, esas carreras de velocidad en las que los competidores deben superar una serie de barreras de madera y metal.... ¿Os suena¿ ¿No conocemos saltadores magníficos que intentan tantan veces superar las vayas metálicas e incluso mas dificultosas y altas que las de los estadios deportivos? Y en el Maratón, esa prueba de resistencia que consiste en correr 42 kms.,¿no tenemos campeones que no solo saben correr en el asfalto de la ciudad, sino campo a través, sobre desiertos abrasadores y sobre playas de arena como dunas? ¡y no sólo 42 kms! Los que hagan falta correr delante de la policia y a traves de toda Europa si no hay mas remedio...
    En lanzamiento de peso, que consiste en propulsar una sólida bola a traves del aire a la máxima distancia posible, nuestra especialidad estaria mas en esquivarla que en lanzarla,para esto tenemos a los responsables de la ley y el orden; nosotros tendríamos que procurar no estar en la zona de caida, pero bueno, una especialidad mas que tambien tiene sus dificultades. Y en Natación, los mejores seguro, que tenemos amigos que no tardarán en recorrer incluso 14 kms. nadando y cruzando distancias impensables y sin patrocinadores, y que lo conseguirán porque el trofeo es la propia vida. Podriamos repasar tantos deportes que esto seria interminable y creo que la idea queda clara....Los que NO SON NI CUENTAN en la valoración de los comítés, podrian darnos, ademas de en otras tantas cosas, lecciones de vida competitiva contra todo tipo de adversidades. Asi que nosotros tranquilos, que mas que corazonadas tenemos certezas de estar siempre de lleno en Los Juegos Olímpicos del Cuarto Mundo que nos rodea.

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  2. Nuestra familia, nuestros políticos, nuestros sueños, odios, amores; nuestros caprichos; nuestros pobres y nuestros pobres y envidiados ricos; nuestra solidaridad de telediario, nuestra democracia, nuestras tardes de domingo, nuestro futbol, nuestros polis, nuestras tertulias de radio, nuestros bautizos, nuestras comuniones ahora que están en fecha; nuestro todo absolutamente todo; es lo que reflejamos cuando nos asomamos al espejo del mundo que hemos creado. Es el reflejo de nosotros mismos. El cristal que nos refleja no es de arena recalentada, es de ambición, de egoísmo de falta de solidaridad y de humanidad; de falta de inteligencia, de estupidez, de indiferencia, o quizás sea tan solo de miedo, de miedo a sufrir como los otros; a no tener todo lo que nos ofrecemos a nosotros mismos, y de prisas por vivir todo muy rápido -hasta las primaveras duran menos-, por que pensamos que esto se nos acaba en un suspiro y que a la meta hay que llegar repletos, aunque no recordemos los rostros de los que nos hemos cruzado en el camino, por que ni siquiera les hemos mirado a la cara.

    O quizás no; puede que no sea así, puede que esas neurastenias que algunos tenemos, estén jugando con nosotros al pañuelo y de vez en cuando nos atrapen, y nos secuestren en la oscuridad de la tristeza y la desesperanza.

    Quizás los “juegos de los ricos” sean una oportunidad más, de las que continuamente se nos ofrecen para cambiar las cosas. Quizás sea verdad lo que nos decimos algunos en arenga continua, que la unión hace la fuerza, que el cambio es posible, que merece la pena intentarlo, que puede haber juegos de ricos; y pobres sin miseria y con dignidad. Que se puede ganar la medalla olímpica de la justicia, que nada excluye a nada.

    O quizás no; puede que en esto también nos equivoquemos puede que lleven la razón los que dicen que somos libres para decidir lo que hacemos pero no para elegir las opciones, y que eso sea lo que casi todos sepan, y yo aún no.

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