jueves, 1 de noviembre de 2012

... dignidad...

Encontré, no hace mucho, esta pequeña pintada en una esquina de la pared de San Carlos Borromeo, en entrevías.
Hoy la vuelvo a rescatar porque identifica muy bien a aquellas personas que son capaces, en medio de esta vorágine de miedos, estrecheces e intimidación, reclamar y luchar por su dignidad.
pared en San Carlos, entrevías
Ciudadanas anónimas que, en el día a día, sin estruendos ni publicidades, nos enseñan lo importante de esta vida: las relaciones personales. Cuidarse y cuidar.
Mi hermana mayor, y el joven gambiano con quien vivo, han ante-puesto la dignidad frente a un atropello laboral.
Si las raíz de los males graves que sufrimos es la especulación con lo humano, también la raíz de todo futuro posible será mantener intacta nuestra capacidad de salvaguardar lo realmente importante: las relaciones personales y la capacidad de luchar por otro mundo y otra sociedad. Y esto último con "otros".

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