Moratalaz |
Eso me pasa a mi con la contemplación, y por ello esta imagen de lo que me rodea. Vemos demasiado por encima. Nos cuenta reconocer todo lo que esconde lo que atisbamos o miramos.
14 kilómetros marcan la distancia entre la exclusión y la inclusión. Esa distancia separa la Puerta del Sol, punto neurálgico de Madrid, de la Cañada Real Galiana. 14 kilómetros separan la costa europea de un continente empobrecido. Catorce kilómetros: una distancia muy larga para quienes se ven obligados a recorrerla cada día. Con este blog pretendo visibilizar y rendir homenaje a todas esas personas que peregrinan cada día por los márgenes de la exclusión.
Moratalaz |
Yo soy la Piedad que el domingo tuvo el placer de asistir a la misa de San Carlos. Y quizás me he explicado fatal..."Me hace infeliz contemplar". Eso dije y, con ello, quise decir que me hace infeliz SOLAMENTE contemplar sin pasar a la acción cuando veo algo que está mal, que duele, que sufre y que, quizás, si además de contemplar, paso a "ayudar", me sienta más feliz. Criticaba, más bien, las vidas contemplativas.
ResponderEliminarEn cuando a contemplar la belleza que hay tan a la mano, soy muy dada a encontrarla. Está muy cerquita de cada uno de nosotros y a veces no la vemos ( pero yo sí que la veo, me fijo, y la encuentro): la cara de mis hijos cuando les hago un disfraz con una bolsa de plástico, que dos ancianos sigan enamorados el uno del otro, la salud que tengo cada día...los merengues de fresa, jeje. Estar, está, y yo la veo, y es un regalazo. Un abrazo.(Piedad).