Carrera San Jerónimo |
La fotografía, toda una metáfora de la realidad, nos advierte de la imposibilidad de acceso al pueblo, quienes lo mantenemos, creamos y -dicen quienes están ahí- nos representan. La señal de prohibido nos advierte claramente.
Puertas abiertas a la cámara que se satisface con una mayoría legislativa que legisla para todos pero en cuya elección no han participado más del 60% de quienes se verán afectados por las decisiones ahí tomadas.
Puertas abiertas al lugar custodio de ese corpus legal que es la constitución cuya única modificación entre tanta algarabía ha sido, y por la puerta de atrás con nocturnidad, la modificación que favorece la privatización y el empoderamiento social del capital
Del cartelón, lo único cierto son las fechas. Lo demás demagogia y eufemismo, tan de moda últimamente.
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