No sé si serán los calores veraniegos, pero me sorprende haber estado más de dos semanas denunciando las condiciones de dos niños que "mal vivían" -como se puede apreciar en la foto- frente a la parroquia de la Cañada -justamente donde se ha concentrado todo el consumo de drogas de esa zona. Lugar que podríamos denominar "los infiernos del submundo".
Pues bien, las administraciones pasaron absolutamente de la situación de estos niños: primero los servicios sociales, que si ya les hacía el seguimiento otra Junta Municipal; luego vino el Instituto Madrileño del Menor y la Familia, que si no tenían orden; luego pasó la policía de niños GRUME, que si les dejamos el teléfono del Defensor del Menor (pero que no le impacten, que luego al buen hombre se le "altera" la vida nocturna); luego nos dirigimos a la Fiscalía de Menores de Madrid, que si no había Fiscal de guardia, que si no me podía atender... Quizás pegue como nunca aquello del refrán "entre todas la mataron y ella sola se murió".
Ahora resulta que al Ministerio Fiscal le preocupa mucho lo que adultos puedan estar cometiendo con menores; y si encima son sus hijos, agravante.
La conclusión a la que llego -¿me estará afectando el calor madrileño?- es que los niños preocupan a los "responsables" políticos, judiciales, mediáticos y policiales cuando estos roban. Cuando a estos, a los niños y niñas, los adultos les roban la vida y la dignidad se la trae al pairo. Como dice el maestro "están degenerados".
Pues bien, las administraciones pasaron absolutamente de la situación de estos niños: primero los servicios sociales, que si ya les hacía el seguimiento otra Junta Municipal; luego vino el Instituto Madrileño del Menor y la Familia, que si no tenían orden; luego pasó la policía de niños GRUME, que si les dejamos el teléfono del Defensor del Menor (pero que no le impacten, que luego al buen hombre se le "altera" la vida nocturna); luego nos dirigimos a la Fiscalía de Menores de Madrid, que si no había Fiscal de guardia, que si no me podía atender... Quizás pegue como nunca aquello del refrán "entre todas la mataron y ella sola se murió".
Ahora resulta que al Ministerio Fiscal le preocupa mucho lo que adultos puedan estar cometiendo con menores; y si encima son sus hijos, agravante.
La conclusión a la que llego -¿me estará afectando el calor madrileño?- es que los niños preocupan a los "responsables" políticos, judiciales, mediáticos y policiales cuando estos roban. Cuando a estos, a los niños y niñas, los adultos les roban la vida y la dignidad se la trae al pairo. Como dice el maestro "están degenerados".
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