Ha finalizado la semana de "lucha social" que, un año más, nos recuerda la capacidad, organizándonos, que tenemos las personas y colectivos de visibilizar todas aquellas instituciones y personajes que intentan, de una u otra manera, callar la denuncia e impedir que se visibilice la injusticia de nuestra sociedad.
Tras un trabajo preparatorio realmente encomiable, las acciones han tenido como objetivos visibilizar algunas de las instituciones que son responsables de la sordera y ceguera social en que, la mayoría de los ciudadanos, vivimos.
Todas las acciones han tenido un medio infalible: el modo pacífico de subvertir la realidad para que tengamos presente quiénes son los verdaderos responsables del desaguisado en que nos movemos, vivimos y existimos.Yo no sé cuál será su evaluación -seguro que nos la ofrecen- pero desde la distancia y asomándome a las distintas acciones y asambleas sólo a través del centro de medios que también han creado, me parece una oportunidad muy cualificada en estos tiempos de solidaridades de diseños y asépticas, reclamar los espacios público para reclamar que podemos ser "vuestra crisis" como tan acertadamente han formulado en el lema de este año.
Tanto los comunicados como un amplio reportaje, acción por acción, en formato fotográfico y de audio se pueden seguir en la dirección http://www.rompamoselsilencio.net/2009/
Desde esta pequeña tronera quiero rendir un caluroso agradecimiento a estos maestros de la provocación pacifica y la lucha social.
14 kilómetros marcan la distancia entre la exclusión y la inclusión. Esa distancia separa la Puerta del Sol, punto neurálgico de Madrid, de la Cañada Real Galiana. 14 kilómetros separan la costa europea de un continente empobrecido. Catorce kilómetros: una distancia muy larga para quienes se ven obligados a recorrerla cada día. Con este blog pretendo visibilizar y rendir homenaje a todas esas personas que peregrinan cada día por los márgenes de la exclusión.
mi agradecimiento a rompamos el silencio y a todos los ciudadanos que durantes estos dias se han dedicado a evidenciar la gravisima crisis de valores por la que atravesamos. mi respeto más absoluto a todos los que de modo valiente nos han recordado la necesidad de seguir luchando. Algo va mal en una sociedad que detiene a cincuenta personas por denunciar la opulencia y congrega a cincuentamil personas en un estadio a aplaudir a un simbolo de la riqueza.
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