domingo, 19 de abril de 2009

Agentes del "desorden"

Vaya semanita ¡¡
El pasado martes la policía, a primera hora de la mañana, para a dos jóvenes marroquíes de casa. Uno de ellos, con papeles, se dirige a trabajar, cargando con la mochila donde lleva su ropa de trabajo. El otro, sin papeles, acude al local de la Asociación donde intentará encontrar algún tipo de trabajo. Ilegal, eso sí.
A la entrada del metro dos jovenzuelos agentes de paisano, identificándose como policías, les piden la documentación. El que tiene papeles le entrega su tarjeta, mientras el otro número policial le pide que saque todo lo que lleva dentro de su mochila. Le hacen vaciarla en el suelo, como tantas otras mañanas. La emisora canta "blanco". No tiene cuantas pendientes con ellos y le devuelven su tarjeta. Este teme lo peor. Cuando pidan la documentación al que no lleva papeles, se puede liar, porque ya le han repatriado en una ocasión. Como lo hemos hablado en otras ocasiones, quien es "blanco" y tiene papeles, le pide a los agentes su número de placa.
!! Plaf ¡¡.
Este atrevimiento es la ocasión de que los agentes se enzarcen dialécticamente con él para que el otro, que no lleva papeles, salga corriendo.
Los jóvenes policías debieron sentir muy dañada su "dignidad policial" ya que emprendieron la carrera detrás del huido no dándole alcance. El otro, recoge su mochila y echa a correr hacia el local.
En fin, uno sin ir a trabajar y el otro echo un manojo de nervios por sentirse nuevamente perseguido por la Autoridad.
Y, como decía, al sentirse la "dignidad policial" amancillada no se les ocurre otra cosa que montar un dispositivo de 6 agentes en torno al portal de casa. Presienten que se ha refugiado en la casa. Acuden, llaman al timbre, los nervios a flor de piel. Cuando me localizan por teléfono les digo que no abran. En el control policial que montan en el portal de casa, con dos coches patrulla ocupando una entrada del edificio y otro en la otra entrada, paran a otro joven con quienes convivimos. Le cachean y le increpan sobre si tiene llaves para entrar en casa. Al decir este que no, comienzan a dar patadas violentamente sobre la puerta de la casa...
Al final, y viendo que no abren la puerta, y que vamos llegando los demás "nacionales" a quienes no piden documentación ni cachean a la entrada del portal, deciden poner fin a dicha tropelía.
Porqué esas formas en la policía? No tienen obligación, igual que cualquier ciudadano cuando ellos lo solicitan, a identificarse proporcionando su número de placa? Cómo se puede asegurar desde los órganos políticos que no hay una "caza de inmigrantes" cuando son continuamente parados, filiados y perseguidos? Ante quién se podría recurrir para que los agentes tengan un mínimo de formación en la atención al ciudadano? Porqué la policía tan habitualmente olvida que son servidores de la ciudadanía?
Podríamos poner en una balanza la situación de miedo, angustia y estres en la que ha quedado el joven huido, con los beneficios ocasionados a la seguridad del estado en dicha intervención? Cómo provocarle confianza a este joven que, cuando baja a la calle, su cabeza parece girar sobre sí mismo pensando que le persiguen?
Vamos que la semanita ha estado muy pasada por la tensión y la inquietud ante el acecho a que nos tienen sometidos los agentes del "orden".

3 comentarios:

  1. Dale a un tonto un galón y no lo acompañes de formación...

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  2. Se sienten con poder, se exceden muchas veces en sus procedimientos, y realizan lo que les ordenan encarnizadamente. Se ceban.
    Lo que nos cuentas me hace recordar el viejo chiste que circulaba cuando en mis tiempos de la facultad aparecían los grises en las caballerias, y nos preguntábamos: ¿En qué se diferencia el policía del caballo en el que va montado?
    Y la respuesta era: En la mirada NOBLE del animal.

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  3. o de agentes del orden debe ser testimonial y para las personas que somos anodinas, es decir la mayoría de la población, legales, blancos, nacionales y que no hemos roto un plato en nuestra vida, para los otros, los que no son blancos, nacionales, extranjeros y rompen algún que otro vaso es la criminalización por la criminalización, ah, eso sí! oyes hablar al ministro Rubalcaba y tenemos la mejor policía del mundo. Y si es a la delegada del gobierno, como fue de izquierdas, es comprensiva, razonable y avanzada.
    Nosotros, en la cañada, el acoso consiste en ir los agentes del desorden amedrantar a la población rumana, echarles de la puerta de sus chabolas, hacer fotos para luego decir que están desocupadas, vacías y, por lo tanto, poder tirárselos cuando se les antoje.
    Pensar que hemos luchado tantos y tantos años para darnos una democracia, para denunciar las injusticias, para intentar comprender a los que viven en los márgenes, para acompañar a tantas y tantas personas que el sistema echa a eso, a los márgenes, que llegara un gobierno de izquierdas a ver si superábamos la etapa del gobierno anterior, y resulta que llegas a pensar aquello de virgencita virgencita que me quede como estoy.
    Resulta duro vivir tanta y tanta tropelía por aquellos que dicen que representan el orden, pero también creo que hay que seguir acompañando a los que no tienen compañía, a los que se piensan y, vienen con esa esperanza, que esto es Eldorado y sobretodo y ante todo denunciar todos esas acciones que el ESTADO DE DERECHO desde la legalidad comete todas esas ilegalidades.
    !Ánimo Javi y compañía¡
    un abrazo

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